Doble o nada
--
De la noche a la mañana Antonio (Miguel A. Sola) director de un periódico de gran influencia, tiene que decidir cuál de sus dos subdirectores lo sustituirá al frente del diario. Tal y cómo ha aprobado el consejo de administración el otro candidato será despedido.
Beteta, de carácter dominante y autoritario, eficaz y competente, mientras que la trayectoria de Miky (Paula Cancio) es brillante y ha sido, desde que se conocieron en la universidad, la alumna predilecta de Antonio. Entre ellos existe, desde hace años, un sentimiento jamás esclarecido. La elección de Miky parece inevitable salvo porque, quizás, le falta testosterona, la hormona asociada al poder, la agresividad y el sexo…
Afortunadamente la sociedad ha cambiado mucho en los últimos años y hoy en los cargos directivos hay mujeres (y hombres) muy preparados y que han llegado donde están por meritos propios, aunque es evidente que aun no se puede comparar en número ,cuantos hombres más hay que mujeres en estos puestos.
Finalmente, existe un giro de las cosas, demasiado rápido para el ritmo general de la obra.
En cualquier caso, el trabajo actoral no tiene reproches, ambos muy correctos. Ver en escena a Solá siempre es un verdadero placer, con esa naturalidad maravillosa para conmover y llegar a la profundidad de los sentimientos. La obra se deja ver con agrado y se puede disfrutar gracias sobre todo al trabajo del cautivante y enigmático Sola.