25º BAFICI: Territorio Campusano

Alejandra Portela
Leedor
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2 min readApr 27, 2024

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En competencia oficial argentina del 25 BAFICI se estrenó Territorio, el último trabajo de José Celestino Campusano.

Campusano tiene una película en la cabeza, y se nota. Existe un territorio Campusano y está a unos kilometros del centro de la ciudad de Buenos Aires, donde las casas son bajas y las calles de tierra, hay arboledas y portones de madera, en los frentes, tambien clubes de barrio donde se arman rings para peleas de boxeo. Un mundo masculino por excelencia.

Basada en la historia de vida del hermano menor del director, un entrenador de boxeo de barrio, puntero político y/o jefe de seguridad de candidatos peronistas, Territorio parte de esa historia personal y resulta una pintura local sobre jóvenes desobedientes, violencia de género, prostitución, política carroñera, bandas enfrentadas y lealtades pasajeras. La figura del padre (tanto la del protagonista como la del abuelo) es rescatada por Campusano como la única que pone cierto orden en esos descalabros.

Un guión con armadura, sin estridencia ni grandes floreos es lo que hace que este último trabajo de José Celestino, su película número 24, pueda figurar entre uno de los más sólidos: respetuoso con sus personajes, generoso con sus diálogos, justo en la posición de su cámara, claro, preciso en sus movimientos. Su noción de encuadre es más bien una intuición que fluye con la naturalidad de un río. A sus actores puede faltarle más o menos técnica, pero desde hace más de 20 películas y 30 años, entrar al mundo Campusano es poner de cabeza un sistema, aquel sobre el cual el cine se basa sin cuestionamientos. Discutir por ejemplo un prejuicio sobre el habla de los habitantes del conurbano, normalmente considerada como reducida a pocas palabras, mal dichas, una cierta jerga llena de modismos e insultos. Ver Vrutos, sino, pelicula tambien en competencia que parece más bien una continación de las series de TV Tumberos o El marginal. Pero Campusano, no. El usa la lengua como una resistencia del lenguaje de cierto cine argentino más histórico, en el que no faltaban ni las palabras ni las explicaciones. Campusano no solo escucha lo que su barrio dice sino cómo lo dice. Esta ética y convicción, es algo que Campusano sostiene desde su primera película hasta esta última película

La historia de Román es atractiva, elige al actor justo y Territorio sostiene hata el final un compás narrativo que nos mantiene en la butaca. Algo que hoy, se agradece enormemente en el cine nacional.

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Alejandra Portela
Leedor

Licenciada en Artes de la Universidad de Buenos Aires. Decana de la Facultad de Artes de UMSA. Directora de Leedor.com. Forma parte de Fundacion Cineteca Vida.